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Nuestros perros, Gran Hermano y la importancia del trabajo
Sobre el desorden y el trabajo
No sé si alguno de vosotros recuerda aquello de lo que hablaba ese profesor de física, esos ciclos de trabajo en las máquinas donde la energía que no se aprovechaba era absorbida por la mismas, dando lugar a un fenómeno llamado entropía. Si bien ningún sistema puede operar sin un nivel mínimo de este desorden, a mayor cantidad de energía que se perdía en el proceso más ineficiente se volvía, haciendo que se gastase más recursos en las tareas menos útiles.
Vale, ¿y esto qué tiene que ver el trabajo con perros?
Pues mucho, muchísimo; y más aún si hablamos de individuos que viven en un entorno familiar humano como es el caso de nuestros perros. Dejándonos de explicaciones que la mayoría olvidamos en la adolescencia, básicamente estamos hablando del desorden que existe en un grupo social cuando los integrantes de este no tienen ningún rol definido, es decir, toda la energía de cada individuo para realizar un trabajo en particular la reabsorbe el grupo, aumentando este desorden y, por lo tanto, generando tensiones y problemas. Este fenómeno se denomina entropía social.
Es algo que podemos observar en los zoos: imaginemos una manada de leones en libertad, donde las leonas salen a cazar para proveer a todo el grupo de alimentos, pero de repente se les confina y esos recursos aparecen de la noche a la mañana, ¿dónde acaba toda esa energía que se utilizaba para cazar y repartir esos recursos de forma ordenada?
La energía mal invertida dentro de un grupo crea entropía social. Tu perro y tú sois ese grupo, piénsalo |
Teniendo en cuenta la situación en que se encuentran estos individuos, en el mejor de los casos se puede dar una inhibición total de conductas que los lleven a estados aletargados eliminando completamente toda la proactividad del individuo, en otros casos se pueden transformar en estereotipias o en conflictos en el grupo que pudieran llevar a la propia desaparición de este, o bien a todas las anteriores juntas (siendo lo más probable).
Y justo aquí es donde entra el afecto, encargado de cohesionar el grupo ante esas tensiones, también recibe ese exceso de energía haciendo que las relaciones (positivas y negativas) sean tanto más intensas como frecuentes.

¿Y en qué afecta a mi perro que no haga un trabajo?
Pues si tenemos en cuenta que nuestros amigos peludos fueron introducidos en la rutina humana para ayudarnos con nuestras tareas y que son bastante enérgicos, hablamos de una especie físicamente bastante intensa, y que, aunque no tenga tanto aguante como nosotros concentrándose, necesitan esa estimulación mental de la misma manera y sobre todo sentirse útil realizando un trabajo con las personas que conviven.
Los casos más comunes que pueden darse a partir de este tema suelen ser bastante habituales como los hiperapegos, altos niveles de estrés, conflictos dentro del mismo grupo social o protección de recursos; entre otros.
¿Entonces?, ¿tengo que mandar a mi perro al bosque a que se busque la cena?
Pues sin llegar al extremo, pero esa es la idea; no necesitamos que nos hagan la contabilidad de la casa, pero sí que sientan que se han ganado su “sueldo” haciendo una actividad. Debemos dar a nuestros perros un rol social útil a través de un trabajo conjunto con ellos de forma regular, para gastar de forma correcta esa energía.
Algo tan sencillo como preparar las comidas de nuestro perro con juguetes interactivos, enriquecimiento ambiental, trabajos de olfato, o enseñando habilidades. Ayudando, animando y acompañando es un comienzo estupendo (sin hablar del resto de beneficios que tienen estas actividades de forma individual) para que el perro pase esos quince minutos esforzándose por su alimento mientras nos divertimos viendo cómo se pelean para sacar cada granito de pienso que en otra situación engullirían en apenas veinte segundos, pero, sobre todo, les acompañamos durante esa actividad.

En lo personal, animo a todo el mundo (a perros con problemas o no) a realizar entrenamiento de cualquier disciplina y a cualquier nivel con su perro donde por encima de todo prime la diversión de ambos y el valor social que tiene realizar cualquier actividad con alguien a quien queremos.
Una de las cosas que más bonitas que he experimentado es el proceso de entendimiento entre nuestras tan diferentes especies para realizar un trabajo de forma conjunta sin importar el resultado final.
Miguel de Andrés (Educador Canino)
EQUIPO CONTUCAN
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